La norma ISO 13688 solo debe utilizarse en combinación con otras normas que contengan requisitos para un rendimiento de protección específico y no de forma autónoma.

Hoy en día, la elaboración de prendas de vestir no es simplemente la confección de una pieza determinada que se exhibirá en una percha para luego ser portada por una persona ya sea con fines estéticos, deportivos, laborales o protección; ahora el usuario de esa prenda exige mayor variedad y estilo, sino que en su uso habitual esta cumpla con estándares de calidad determinados para las labores o fines que se desarrollen con dicha prenda.

Para ello, es necesario considerar que el término calidad es muy amplio y puede abarcar tanto al producto final como el proceso. En este sentido, los productos deben tener una consideración especial en cuanto al protección que van a brindar en su uso; y es ahí que la Norma ISO 13688, interviene pues dicta los requerimientos principales de las prendas de protección.

La Norma 13688 Prendas de Protección; señala que se deben considerar como   requerimientos principales la inocuidad para que la ropa de protección no afecte de manera negativa a la salud o a la higiene del usuario; el diseño pues debe facilitar su posicionamiento correcto y su permanencia sin desplazamiento, durante el periodo de uso previsto; el confort; el envejecimiento; la designación de tallas y el marcado general.

Es necesario comprender que todo tipo de actividad que se realice y que implique algún riesgo debe tener prendas de protección para las cuales, se debe exigir que se cumplan con altos estándares de calidad en su fabricación y uso.